jueves, 4 de octubre de 2012

El tejado del Mall of Sofia no deja huella bajo su alero

El sí-lugar de Sofía
© Ilkhi, 2012


Paseaba con Maite por el Bulevar Aleksandar Stamboloski cuando me fijé en el Mall of Sofía (el primer centro comercial abierto en Bulgaria en 2006; en agosto de 2011 fue adquirido por Rockefeller Group International) lo que realmente vi fue una "catedral" del consumo exacerbado.

Este bello país (Bulgaria) vive esquizofrénicamente entre un modus vivendi propio de la pre-Revolución Industrial (como cuando Maite y yo atravesábamos el macizo del Ródope en un tren de vía estrecha y vimos cómo los agricultores todavía utilizan caballos de tiro y el arado romano para labrar sus tierras, o cuando vimos cómo viven en el extrarradio de Sofía entre basuras y detritus humanos) y una economía neoliberal que destruye todas la relaciones sociales que carecen de poder económico. Esta occidentalización (modelo neocapitalista) no hace sino ampliar las diferencias entre ricos y pobres. Desde hace más de dos siglos la modernización y el progreso han tendido a situar la tecnología y la economía por encima de la cultura local, y la eficiencia y el beneficio* por encima del sentimiento del Genius loci, lo cual ha llevado a la alienación, corrupción y nepotismo que ahora imperan en el mundo.

Aquí traigo las declaraciones críticas de un arquitecto búlgaro, Delcho Delchev, respecto al modus operandi de la administración búlgara en la transformación arquitectónica de Sofía.


"Es una locura destruir la identidad multicultural del Mercado de las Mujeres (en Sofía) Es más fácil para la administración dedicar millones de leva (moneda búlgara) para un cambio total del mercado (véase shopping mall) en lugar de transformar y mejorarlo utilizando sus aspectos positivos"

Respecto a la fotografía que encabeza esta entrada: he fotografiado estas cañerías que están en la acera opuesta al Mall of Sofia, pues me parecen una alegoría de la situación sociopolítica búlgara. El tejado del Mall of Sofia no deja huella bajo su alero. Maite y yo llevamos el sí-lugar serdicense en nuestros cerebros.

 *Beneficio en la peor de sus acepciones : sacar provecho de todo sin escrúpulo alguno y sin tener en cuenta las consecuencias. La matraca tan repetida de "el fin justifica los medios".

Mercado de las Mujeres en el Bulevar Stefan Stambolov (Sofía)
Foto: © Maite Sánchez Sempere, 2012

2 comentarios:

  1. Ahora entiendo mejor algunas de las cosas que nos contasteis ayer... Fue un placer... Interesantes fotos que encuentran y muestran... Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Marlo.
    Hasta pronto.

    Abrazos

    ResponderEliminar