martes, 30 de octubre de 2012

Ni el canon de Polícleto ni Vitruvio ni Le Corbusier


Copia que hice de una pintura de los ignudi de Miguel Ángel
El original está en la bóveda de la Capilla Sixtina
© Ilkhi, 1973

Cuando dibujé y pinté esta acuarela no conocía ninguno de los cánones arriba citados. En aquel entonces, dibujar era emular, sin reglas, al maestro. Por otro lado, cuando trataba de imitar sus trazos no cesaba de "errar" constantemente. Aquellos dibujos forman parte de algunas de las lecciones retrospectivas que he aprendido en mi vida. Ya que "equivocarse" es la salida segura a la eterna aporía: sentirse perdido y encontrar el camino (πόρος) no trillado. Los cánones (por supuesto) están para ser conocidos, pero también para infringirlos. También sé que este dibujo se nutre de casi todo el efecto artístico del pasado. Consecuentemente, la μιμητικὴ τέχνη siempre nos enseña algo.

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