lunes, 28 de enero de 2013

La poesía enardece el alma

Lygia Clark
Abrigo poético, 1963
Foto: © Ilkhi, 2013

El pasado miércoles 23 de enero, cuando estaba viendo la exposición La invención concreta en el Museo Reina Sofía, me encontré con la escultura que está sobre estas líneas. En el momento en que encuadré esta foto en el visor de mi cámara, apareció en mi memoria un lugar de montaña donde unas lascas de pizarra surgían de un paisaje nevado e inhóspito. Me dirigí hacia ellas/ella "abrigo poético" por un camino incoloro. Desde allí comprendí el aquí del espacio como creación histórica.

Encuadré otra foto y enfoqué de nuevo mi cámara, esta vez era la escultura titulada Relógio do sol, 1960, también de Lygia Clark. Mientras el obturador parpadeaba, noté cómo los rayos de sol se deslizaban por el gnomon de aquel reloj, y sus auroras enardecían mi alma.

En mi opinión, los poemas escultóricos de Lygia Clark nos trasladan a un mundo donde la psicología se mueve entre una espesa niebla que nos permite ver con mayor claridad lo no objetual pero concreto.

Lygia Clark fue una gran artista brasileña, 1920-1988, cofundadora en 1959 del movimiento artístico Neoconcreto.

 Lygia Clark
Relógio do sol, 1960
Foto: © Ilkhi, 2013


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